miércoles, 15 de junio de 2016

167/366

Depresión 


Ojala y se ha mentira que el amor de tu vida existe solo una vez y cuando lo desaprovechamos nunca más vuelve...

Aún no me explico porque sigo extrañándote si ya se la respuesta, porque el corazón no entiende aún, que hace falta para comprender que ya no me quieres más en tu vida, que solo me vez como amigo o como hermano.

Ojala y te pusieras en mis zapatos y así supieras que esto es verdad, que no estoy fingiendo nada. 

Me siento destrozado, no quiero levantarme; el teléfono suena y suena pero no quiero contestar; ¿para qué? si sé que no eres tú, si sé que así pasen mil años igual nunca más escribirás ni por equivocación. 

Montañas, trotes, entrenamiento en bicicleta, no logran aplacar este sentimiento de pérdida que siento por ti; me receto abstinencia, ejercicio, dieta, tiempo mucho tiempo, solo han pasado tres semanas nada más, ten paciencia hombre me digo, ten te paciencia, ya veraz como un día cuando despiertes y vayas a tu trabajo te darás cuenta que ya no piensas en ella y sonreirás y sabrás que estás listo para volver amar; ¿Acaso esto no me ha pasado antes ya? ¿Acaso ya no lo he superado? 

Le tenía miedo al rechazo y en eso he caído, me siento como vómito salido de tus entrañas y en este caso ni el perro quiere comérselo. 
Te ofrecí cariño, flores, escritos, abrazos y solo conseguí que me odiaras, ¿Dónde se aplica la regla de que lo que das recibes?, al final sé que cada quien da lo que tiene. 

Ojala y con este post logre inducirme al vómito y poder sacarte de mi corazón, de mi mente, de mi espíritu, aún me visitas a diario con tu gélida sonrisa y tus ojos resentidos por el pasado; aún me encuentro conversando contigo en una cafetería no muy lejana, hablándote de mi vida y de cómo me fue y cómo estás en tu trabajo, aún me visitas en las noches pensándote, pensándote como mi esposa, me imagino que tenemos dos hijos, que los llevamos a la escuela, que te llevas el carro, que te preparo la cena porque llegas tarde del trabajo, ¿y luego?, luego despierto diciendo tu nombre, pidiéndole a Dios porque seas feliz, suplicándole a la virgen que no me deje odiarte mucho, solo un poco hasta que la herida sane. 

Ojala esta sea la última entrada escrita en tu nombre. 


Inspiración en C (Do)